martes, 22 de septiembre de 2009

CAPILLA TOLERANCIA CERO


Que difícil es definir que quiere nuestra sociedad a la hora de interpretar sus necesidades y como actuar ante ellas. Hoy no es fácil plasmar en un proyecto político lo que la sociedad toda reclama, pues esta, tan fragmentada que hasta en lo que busca como fin tiene decenas de opiniones diferentes y es en esta disparidad, donde la mala política y los gobernantes corruptos se apoyan para seguir en sus lugares. Simplemente la división y la creación del conflicto permanente en pos de dividir a la opinión pública, es el camino mas fácil para que una sociedad no progrese y sea gobernada por corruptos, sin escrúpulos o simplemente incapaces, que son tan dañinos como los otros. Siempre me han escuchado decir, que quiero una Capilla del Monte con ORDEN y PREGROSO, pero primero con orden y después progreso. Algunos dicen que eso es de derecha, facho, autoritario, etc, otros que menos entienden dicen que simplemente es mano dura. Hoy Capilla necesita mano FIRME y liderazgo honesto. Por eso para los que aun no entienden de lo que vengo pregonando hace ya 4 años en nuestra sociedad, les dejo esta pequeña reflexión, basada en estudios sociológicos y en resultados concretos, que pienso aplica cuando sea Intendente de nuestra localidad a partir del 2011, con el apoyo de todos Uds.

En el 2011 habrá una nueva Capilla, solidaria, sin PRIVILEGIOS, sin corrupción, sin principiantes en los cargos sensibles de gestión, sin improvisados, con gente honesta, empleados capacitados y bien pagos, con servicios eficientes, obra pública planificada, ejecutada y finalizada en tiempo y forma. Los anuncios serán muchos, pero la única voz que se escuchara será la de los hechos a la vista de los contribuyentes a través de los obras finalizadas y no en los medios locales como meros títulos salvadores de administraciones fracasadas.



Se viene el tiempo de elegir bueno por conocer y no malo conocido. No tenga miedo al cambio, pues mi proyecto es el único cambio posible y real que tiene nuestra comunidad.



Atte. Cjal. Cesar O. Imbellone
Bloque Brigadier San Martin- Primero Capilla


www.primerocapilla.nexo.com/2011


TEORIA DE LAS VENTANAS ROTAS
En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social.
Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.

Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no, lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto. Es común atribuir a la pobreza las causas del delito..
Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto.

El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre. ¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo?
No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales.
Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional. En experimentos posteriores (James Q. Wilson y Kelling) desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas, misma que desde un punto de vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás.
Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen 'pequeñas faltas' (estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves. Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes...

La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el lugar, suciedad de las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes.. Comenzando por lo pequeño se logró hacer del metro un lugar seguro.

Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia del metro, impulsó una política de 'tolerancia cero'. La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana.

El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York. La expresión 'tolerancia cero' suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad. No se trata de linchar al delincuente, ni de la prepotencia de la policía, de hecho, respecto de los abusos de autoridad debe también aplicarse la tolerancia cero.

No es tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino tolerancia cero frente al delito mismo. Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana.
Frente a la cantidad de mentiras y mediocres explicaciones dadas por los Gobernantes de turno (los actuales y los anteriores)
sobre este tema, es bueno volver a leer esta teoría y de paso difundirla.

Muchas Gracias a los que reenvian este mensaje, como tambien a aquellos que me los hace llegar
Cesar Imbellone